¿Cómo nos habla Dios, el Universo, los Ángeles o la energía? Sea cuál sea la forma en la que tú decidas llamarle, lo cierto es que todo el tiempo el exterior nos está hablando, nuestro sistema nervioso recibe millones de impactos todo el tiempo, pero ¿qué tan conscientes somos de ellos?, la mayoría de ellos son procesados por el inconsciente, más aún, cuando nuestra mente anda divagando en el pasado o en el futuro, pero lo cierto es que para el Universo solo existe el presente, si has observado alguna vez a un caballo, puede estar tranquilamente pastando, pero sus orejitas se mueven todo el tiempo como radares, percibiendo lo que sucede, si el caballo, se pusiera a pensar en algo distinto al presente, en su hábitat natural, sería presa fácil de cualquier depredador.

Por ello hoy quiero compartirte una anécdota que vale la pena analizar, para ejemplificar el mensaje que hoy quiero transmitirte, el fin de semana pasado, en una escapada con mis hijos, los angelitos desde muy temprano comenzaron a mandarme señales de su presencia, siempre lo hacen a través del cielo, pero ese día en específico estaban especialmente insistentes.

Primera señal, una pluma blanca, caminaba agradeciendo el frío y bromeando con mis hijos, justo donde iba a dar el paso veo una Divina plumita blanca, dije, los angelitos siempre cuidando mis pasos. Llego a la carnicería y los señores amablemente nos comparten carnitas, mi pensamiento fue de total gratitud, continúa el paseo, unos minutos después volteo y veo el cielo azul Divino y un ángel presente en la cúspide de la iglesia, mi pensamiento fue, Miguelito ya se hizo presente (así le digo de cariñito a Arcángel Miguel), seguimos el camino hicimos compras de verduras, y el señor que nos atendió nos regala una lechuga, les dije a mis hijos, “¡wow! Hoy andan con todo los angelitos”, le di las gracias al señor deseándole abundancia, después veo una mariposa amarilla llena de 8s, pensé, claro, ha sido una mañana de regalos, mensajes y gratitud, unos minutos después mi hijo mayor me regala unos chocolates, me sentí muy amada por la forma en la que lo hizo, usando sus ahorros y fingiendo que eran para él y con una sonrisa pícara de “te engañé”, ahí no termina la historia, siguen las señales, me detengo a tomar una foto de una cruz y la luz creó unos hermosos rayos de color rosa, el Maestro Jesús haciéndose presente, mi corazón latía fuerte, pensé, soy realmente bendecida ante tanta belleza, en estos tiempos, la selfie, no podía faltar como testigo de ese paseo que estaba siendo sumamente mágico, la tomo y veo un rayo en mi rostro, pensé, ¡claro! A mi Miguelito siempre me cuida con su rayo azul, saliendo de aquel hermoso pueblo, me detengo a tomar la última foto, el cielo seguía espectacular, limpio como hace mucho no lo veía además del Pico de Orizaba y el cofre de Perote majestuosos e imponentes, pensé “siempre protegida, siempre cuidada por gigantes, gracias infinitas angelitos, Jesús por sus regalos y guía»…. 100 metros adelante me poncho, parece una broma del destino, ¿verdad?, en otro momento, con otra consciencia, hubiera refunfuñado, y echado a perder el día, no lo niego, si estaba enojada, conmigo, el gas que traigo para esas emergencia no funcionó, las vulcanizadoras cerradas por la hora y el día, pensaba, “angelitos, qué hago, cómo cambio la llanta”, aparece una señora Dios sabe de dónde y me dice, “¿necesitan algo?, Le dije “si, cambiar la llanta pero no sé hacerlo” y sonreía apenada, me dice “no se preocupe, ahorita mismo le hablo a alguien”, en menos de 5 minutos aparece la ayuda, un amable señor que súper rápido hizo el cambio y no me quería ni cobrar, obviamente que no acepté, ley de abundancia, dar y recibir en equilibrio.

Muchos podrían decir… “Olga pero al final te ponchaste, no que muy alta tu vibración”...hay cosas que tienen que pasar, hay cosas que yo específicamente tengo que aprender, pero recordé todo lo que había pasado unos minutos antes, y seguí en estado de gratitud, el hoyo en el que caí era gigante, no iba rápido porque no había forma de ir rápido saliendo de un pueblo, pudo ser peor, seguramente sí, pudo haberme pasado donde nadie me ayudara, en fin, escenarios, hay miles, además debo reconocer que ese tipo de cosas me frustran muchísimo, pero al final todo salió bien y continuamos con nuestro bello paseo, al final siempre todo va a estar bien.

Te quise compartir esta experiencia para que observes como cuando te conectas con un estado de gratitud hacia todos y hacia todo, el Universo se mueve siempre a tu favor, Dios, no es ese viejito gruñón que castiga por todo, los castigos no existen, lo que vivimos como karma, solo es la consecuencia de nuestros actos, solo hay que aprender para no repetir, Dios te habla en un lenguaje sutil y amoroso, pasó lo que tenía que pasar para que yo aprenda algo (esa será otra historia), pero antes me recordó lo bendecida que soy, lo protegida que estoy y que el mundo está lleno de buenas personas.

Así que recuerda la ayuda siempre llega, siempre los ángeles se hacen presentes, sólo necesitas mantener un estado de gratitud hacia la vida, creer, confiar y abrirte a pedir y a recibir…es ahí donde encontrarás la verdadera abundancia, no en el dinero, sino en saber que siempre tendrás lo que necesitas en el momento indicado, todo reto siempre nos hace un poco mejores, si así decidimos, nada es un castigo y nada es mala suerte, todo surge desde los pensamientos y las emociones que generamos, todo es un medio para hacerte mejor y forjarte para aquello que quieres recibir, así que hoy simplemente digo…. Dios, me rindo a tu voluntad, si tú conmigo quien contra mí, ¡te dejo ser Dios!, y así mi angeloaventura.

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Y recuerda…¡pide, cree, actúa, suelta y confía!
Olga Caraza
Consultora holística

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